Nueve gobernadores heredan bombas de tiempo por deudas
Nacional martes 6, Jul 2010La administración de Fidel Herrera Beltrán en Veracruz disparó los pasivos y dejó la mayor deuda entre los gobiernos que se eligieron el domingo
Nueve futuros mandatarios estatales encontrarán en sus arcas un balance con una mayor deuda y algunos de ellos tendrán bajo su tutela el vencimiento de pagos a solventar.
Gran parte de los recién electos gobernadores recibirán una “bomba de tiempo” para responder a diversos compromisos de deuda contraídos durante las administración previas a su gestión.
Veracruz, Puebla y Oaxaca son los ejemplos más emblemáticos en el repunte de la deuda pública local. Hubo otras entidades como Sinaloa y Tamaulipas donde los pasivos disminuyeron.
De acuerdo con la calificadora Fitch Ratings, Veracruz tenía una deuda pública de 4 mil 159 millones de pesos en 2004 , pero las bursatilizaciones hicieron que el pasivo creciera a 6 mil 845 millones de pesos.
Veracruz es el caso más emblemático, ya que la administración del mandatario saliente, Fidel Herrera Beltrán, disparó los pasivos y dejó la mayor deuda entre los gobiernos que se eligieron el pasado domingo.
Hidalgo es un estado que aumentó su deuda para la infraestructura de la refinería de Pemex, lo cual le dejó nulo margen para aumentar su pasivo.
El estado de Tlaxcala es la única entidad que renueva gobierno y que mantiene su balance “sin deuda”.
Durante el mandato de los gobernadores salientes se realizaron actos de bursatilización que ataron a futuras recaudaciones, como la tenencia, el impuesto sobre nóminas, programas carreteros o aportaciones, entre otros.
Cancino agregó que con esta situación el futuro gobernador veracruzano tendrá que plantear un impuesto similar a la tenencia que le permita obtener los recursos que recibía en materia federal.
El gobernador de Puebla, Mario Marín, dejará un endeudamiento que hasta 2008, último dato disponible, se ubicó en 3 mil 350 millones de pesos, cuando en 2005 no se tenía un registro.
Marco Cancino, experto en finanzas públicas del Centro de Investigación para el Desarrollo A. C. (CIDAC), sostuvo que los gobernadores salientes dejan una “bomba de tiempo”.
Agregó que cuando se pide un crédito, inmediatamente entra como financiamiento, pero en el siguiente año ya se contabiliza como deuda.
A partir del 31 de diciembre de 2011, la tenencia federal quedará eliminada.
El gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, en Oaxaca, recurrió a bursatilizaciones y empréstitos que se ataron 100% a la recaudación de la tenencia y en 19.5% al Fondo General de Participaciones.
El gobierno de Hidalgo, que comanda Miguel Ángel Osorio Chong, tiene contabilizada una deuda pública local que pasó de 2 mil 549 millones de pesos en 2005 a 3 mil 900 millones de pesos al cierre de 2009.
“La deuda directa de 3 mil 900 millones de pesos equivale, aproximadamente, a 60% de sus ingresos discrecionales”.
La administración de Chihuahua tiene un saldo de deuda pública directa de 3 mil 107 millones de pesos al primer semestre de 2009. La administración de José Reyes Baeza contabiliza también bursatilizaciones por 4 mil 799 millones de pesos que están atados a peajes carreteros y remanentes, cuyos vencimientos son en la administración entrante.
El gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso, asumió el poder con una deuda pública local de 967 millones de pesos, registro que se tiene en 2005. Al dejar el cargo, el mandatario estatal heredará un endeudamiento de 2 mil 343 millones de pesos, recursos contabilizados hasta el 28 de febrero de 2010, según Fitch Ratings.
En Durango, de Ismael Hernández, tuvo un ligero incremento de su deuda pública local de 2 mil 580 millones de pesos en 2004 a 2 mil 964 millones de pesos en 2008.
Quintana Roo es un gobierno que casi dobló su deuda en la administración de Félix González Canto, al pasar de mil 257 millones de pesos en 2005 a 2 mil 319 millones de pesos en 2008, última cifra disponible hasta el momento.
El gobierno de Zacatecas, de Amalia García, tiene un endeudamiento de 543 millones de pesos, la cual es adecuada, por lo que Standard & Poor’s considera que en los siguientes dos años podría contratar más recursos.
En Tamaulipas se tenía registro de un monto bajo de deuda que se podría incrementar una vez que el Congreso autorizó un débito de hasta 6 mil millones de pesos para pagarse a 30 años con cargo al Impuesto sobre Nóminas.
Sinaloa tiene atada su deuda al 30% de las participaciones, donde la observación de Fitch es que es manejable y con perfil de largo plazo.
Tlaxcala es una entidad que permanece sin endeudamiento.